Algunos
niños, especialmente en edad escolar, suelen quejarse de que les duelen los músculos de las piernas: muslos, pantorrillas y las
rodillas, normalmente por la tarde o al caer la noche. Estas molestias suelen
aparecer y desaparecer y, a veces, producen cierto desasosiego a los padres, ya
que no consiguen identificar la causa de este dolor.
Hay
niños que sienten estos dolores de manera recurrente y no siempre los padres
saben si estos dolores se deben a un sobreesfuerzo muscular, a alguna lesión o
golpe no visible, o al cansancio acumulado del día.
El dolor de crecimiento de los
niños
Por lo
general, los pediatras dicen que se trata de dolores de crecimiento, que no corresponderían
ninguna enfermedad o lesión, sino a un dolor habitual en los niños que están creciendo. Parece
que estos dolores son más frecuentes en los niños que en las niñas y los tramos
de edad abarcan desde los 5 a los 13 años en los niños y de los 5 a los 11 en
las niñas.
Los
síntomas de los dolores de crecimiento son que el niño tiene dolores repentinos
en los miembros inferiores (y, a veces, también en los brazos) que aparecen más
frecuentemente al final del día y suelen remitir con el descanso. Se trataría de
dolores óseos, que afectan a ambas extremidades, causados por el crecimiento de
los huesos y el estiramiento de los músculos, vasos
sanguíneos y terminaciones nerviosas. Aunque pueden ser intensos, también son
difusos porque no tienen un lugar específico en el cual se presenten. No vienen
acompañados de otras manifestaciones externas como hinchazón, congestión
o fiebre. Se trata pues de una afección benigna que cede
con el descanso, calor, masaje o algún analgésico suave.
En todo
caso, es aconsejable consultarse con el pediatra y poner más atención cuando
podamos sospechar que estos dolores se deban dolores reumáticos (cuando el
dolor sea permanente, cuando no se dan en ambas extremidades) o vienen
acompañadas de hinchazón, calor o enrojecimiento. Asimismo, es conveniente
aclarar, que los dolores de espalda también frecuentes en los niños, no se
deben a molestias por el crecimiento, sino más bien a malos hábitos posturales o
sobreesfuerzos.
Mirna Santos. Redactora de
GuiaInfantil.com