¿Qué
es la muerte súbita del lactante (SMSL)?
El síndrome de la muerte súbita del lactante
(SMSL) se define como "la muerte repentina de un niño menor de un año de
edad (generalmente en los primeros meses) sin causas aparentes y a la cual no
se encuentra explicación”.
¿Es
frecuente?
Sí. Se da en 1 de cada 500 recién nacidos. El
SMSL es la primera causa de muerte en niños entre el mes y el año de vida en
los países desarrollados.
La mayor parte de los casos pasan entre la
medianoche y las 9 de la mañana, durante el sueño. También hay más casos en los
meses fríos y húmedos.
Además de la muerte de un hijo, lo inesperado
del mismo y las circunstancias en que se da, causan un fuerte impacto en las
familias. Con frecuencia les deja secuelas importantes.
¿Se
puede hacer algo para prevenir el SMSL?
Aunque no se sabe la causa, sí hay factores
que aumentan el riesgo de que el lactante pueda sufrir un episodio de SMSL. Se
puede actuar contra estos factores de riesgo.
¿Cuáles
serían los consejos más importantes?
1.- Postura al dormir “boca arriba”
(decúbito supino): el decúbito prono (boca abajo) durante el sueño se asocia
fuertemente con el SMSL. El decúbito lateral (de lado) también tiene mayor
riesgo, 6,5 veces más, que el decúbito supino. Así que los lactantes deben
dormir “boca arriba”. Este es el factor más importante para prevenir el
SMSL.
También al dormir se debe de evitar que
la cabeza quede cubierta porque también se asocia con un mayor riesgo del
SMSL.
Para que el lactante no quede con su cabeza
cubierta con la ropa de la cama, los pies del niño deben estar al fondo de la
cuna y la manta que cubre al bebé no debe superar su pecho y estar bien sujeta
en los lados del colchón.
Sólo por una indicación médica específica
(reflujo gastroesofágico grave, malformaciones craneofaciales que afectan a la
vía aérea superior) puede recomendarse el decúbito prono.
Es conveniente que la madre sepa esta
recomendación antes del parto.
2.- Evitar el tabaquismo: después
de la generalización del consejo de dormir a los bebés “boca arriba”, el
tabaquismo en la madre, sobre todo en el embarazo, es hoy en día el mayor
factor de riesgo. También el ambiente que rodea al bebé debe estar libre de
humos.
La minimización de este factor de riesgo
supone desaconsejar cualquier exposición al humo del tabaco.
3.- Potenciar la lactancia materna:
la lactancia materna es un factor protector frente al SMSL.
4.- Evitar los colchones muy blandos o
de lana, los almohadones y cojines, los colgantes al cuello y cualquier otra
cosa que pueda causar asfixia durante el sueño, como cintas o cordones
cerca de la cuna.
5.- Mantener en la habitación una
temperatura de 20 a 22º C y no arropar en exceso.
6.- El uso del chupete puede ser un
factor preventivo del SMSL. Aunque no está del todo demostrado, es prudente no
rechazar el uso del chupete para el sueño en el primer año. Se le puede dar al
niño cuando se le pone a dormir en decúbito supino y no reintroducirlo en la
boca una vez que el niño se haya dormido. Si el niño no quiere el chupete, no
forzarlo.
No mojar el chupete en sustancias dulces.
Limpiar el chupete y sustituirlo por otro
nuevo con frecuencia.
En el caso de lactantes que toman el pecho,
se puede tardar un poco en introducir el chupete, hasta que la lactancia
materna esté bien establecida.
7.- No se ha visto relación entre el SMSL y
las bocanadas, alteraciones neurológicas, tratamientos médicos ni la
realización de analíticas. La vacunación DTP y la de la polio no sólo no son un
riesgo sino que la vacunación correcta es un factor protector. No tiene
relación con infecciones respiratorias o gastrointestinales. Tampoco se asocia
con la alimentación materna ni con los antecedentes obstétricos.
¿Se pueden poner aparatos electrónicos,
monitores o mecanismos de alarma como método de prevención?
La monitorización en casa es una medida
específica indicada sólo para los niños con alto riesgo de SMSL. En
general, estos son bebés que tienen el antecedente de un hermano que murió por
SMSL o bebés con problemas pulmonares serios (apneas o paradas graves de su
ritmo respiratorio o cardiaco).
No se sabe bien la efectividad de los
programas de monitorización en casa para prevenir el SMSL, incluso con un uso
óptimo de la técnica. Estos programas requieren la colaboración estrecha de los
servicios de salud y de asistencia a domicilio. La instauración de un monitor
en casa sin seguimiento adecuado difícilmente va a conseguir sus objetivos y
puede crear graves dificultades a la familia.
Los monitores domiciliarios son aparatos de
diseño y manejo fácil. Se basan en que si el bebé tiene una bajada o cese de
respiración o pulso, suena la alarma.
Antes de iniciarse la monitorización hay que
explicar detalladamente todos los pormenores de la misma a los padres. La
respuesta correcta frente a una alarma debe ser el objetivo principal del plan
de enseñanza. Los padres deben aprender desde la estimulación ligera hasta la
resucitación cardiopulmonar en función de cómo esté el niño.
Los
problemas más comunes son:
La incapacidad para distinguir una alarma
real de una falsa.
El aumento de la frecuencia de falsas alarmas
al madurar el lactante y tener más movilidad.
La irritación de la piel por los electrodos.
La dependencia familiar del monitor.
La supresión de la monitorización causa gran
ansiedad en la familia, por lo que hay que ir preparándola a lo largo del
seguimiento. En la mayor parte de los casos se puede suspender entre los 6 y 9
meses.
RECOMENDACIONES
PREVINFAD
El decúbito supino para dormir, “boca arriba”
es la postura más segura y claramente preferible al decúbito lateral (de
costado).
Evitar la posición decúbito prono “boca abajo” durante
el sueño en los lactantes hasta los 6 meses de edad.
Desaconsejar el tabaquismo de los padres,
sobre todo de la madre, prioritariamente durante la gestación y también después
del parto. Si no es posible reducir el hábito, evitar al máximo la exposición
del lactante.
Amamantar al pecho.
Evitar los colchones blandos o de lana,
los almohadones, los colgantes al cuello y cualquier objeto que pueda provocar
asfixia durante el sueño.
Evitar el arropamiento excesivo del
lactante, sobre todo si tiene fiebre, y mantener una temperatura agradable en
la habitación (20 a 22º C).
Evitar que la cabeza quede cubierta con
la ropa de la cama.
KidsHealth
Fecha
de publicación: 5-02-2012