Los primeros 3-4 meses de vida son el período
de mayor riesgo de mortalidad por tosferina,
dado que hay una mayor probabilidad de desarrollar complicaciones de la enfermedad,
fundamentalmente porque la primera dosis de la vacuna se administra a los 2
meses de vida. En Estados Unidos, el 80 % de las muertes se produce en
lactantes menores de 3 meses.
¿Cómo puedo proteger a mi bebé hasta que
reciba la primera dosis de la vacuna?
La vacunación es
la principal medida preventiva para evitar la tosferina. La vacunación de la
embarazada, a partir de la semana 27 de gestación, ha demostrado ser la forma
más efectiva de proteger al recién nacido, porque la transmisión al feto de
anticuerpos (defensas) durante el embarazo, a través de la placenta, le
protegerá hasta las primeras dosis de la vacuna que se administran a los 2 y 4
meses de edad.
Se trata de una forma de inmunización que
ofrece una doble protección, a la madre y al
recién nacido.
¿Qué
medidas preventivas se pueden tomar si no se ha vacunado la madre?
Diferentes estudios han demostrado que hasta
en el 83 % de los casos la fuente de infección o caso primario de la
tosferina en el lactante es una persona que convive en el mismo domicilio,
generalmente un miembro de la familia. Por este motivo, tanto si la madre ha
recibido la vacuna en las últimas semanas de gestación (la opción más
recomendada), como si no lo ha hecho, es aconsejable la vacunación del entorno
del bebé, es decir, de todas las personas que tienen contacto con el lactante
(padres, hermanos, abuelos...), para que esté protegido hasta que reciba las
primeras dosis de la vacuna. Los expertos lo denominan la estrategia del
nido y se calcula que puede reducir hasta el 70 % los casos de
tosferina en lactantes menores de 3 meses. Para que esta estrategia sea
efectiva, la vacunación de los miembros de la familia debe comenzar, al menos,
2 semanas antes del nacimiento del bebé. Países como Australia, Alemania,
Francia, Canadá, Suiza y Estados Unidos tienen implementada esta estrategia en
sus programas para el control de la tosferina.
La Organización Mundial de la Salud
(OMS), recomienda la vacunación del personal sanitario en contacto con
lactantes, en especial en maternidades y unidades pediátricas.
¿Cómo
afecta la enfermedad a los niños?
La tosferina ataca generalmente a niños y
jóvenes, aunque también puede afectar a bebés. De hecho, los menores de 3-4
meses son el grupo más vulnerable, con mayores complicaciones y mortalidad. En
España, el 40 % de los afectados son niños menores de un año. Los bebés y
los niños pequeños tienen más probabilidades de ser hospitalizados porque
tienen más riesgo de desarrollar complicaciones. De hecho, el 70 % de los
niños menores de 12 meses necesitan ser hospitalizado cuando contraen la
enfermedad y casi todos los menores de 3 meses. Debido a las complicaciones, se
estima que cada año fallecen en España en torno a 15 bebés por tosferina, una
cifra similar a la de otros países de nuestro entorno.
Importancia
de seguir el calendario de vacunaciones
Cuando se vacuna a un niño, no solo se le
protege a él, sino que a la vez se está impidiendo que el agente que causa la
enfermedad circule en el ambiente, por lo que también se protege a las personas
no vacunadas que le rodean. En este sentido, es importante que los padres no
olviden la importancia de seguir el calendario de vacunación, pues de ese modo
los niños estarán protegidos contra las enfermedades infecciosas, que pueden
conllevar complicaciones graves o secuelas y provocar incluso la muerte.
Fuente: En Familia